DESCRIPCIÓN
Consiste en distribuir en condiciones de higiene y seguridad, una comida debidamente envasada, completa, caliente y saludable al día, a familias con niños en situación de vulnerabilidad y pobreza de las islas de Sal y Boavista.

OBJETIVOS
Ayudar a familias con niños y personas vulnerables en Sal y Boavista, cuya situación se ha visto agravada por la crisis de COVID 19, a cubrir sus necesidades básicas alimentarias durante el mes de septiembre y siguientes en base a la financiación obtenida para la adecuación del presupuesto.

Objetivos específicos:

1. Analizar localidad por localidad el nº de familias beneficiarias, personas, niños/mujeres
2. Realizar un presupuesto de los menús equilibrados, saludables y basados en productos autóctonos, elaborados y envasados en condiciones de calidad e higiene.
3. Selección de beneficiarios en base a criterios socioeconómicos oficiales: Cadastro Social Único(plataforma que clasifica en Cabo Verde, las familias de acuerdo a su nivel de pobreza). Prioridad familias formadas por mujeres con hijos
4. Realizar la distribución de los menús en locales institucionales, evitando aglomeraciones que conlleven riego de contagios y observando las máximas medidas de seguridad Covid.
5. Disminuir la fragilidad socioeconómica y las desigualdades sociales

SITUACIÓN SOCIAL EN CABO VERDE EN AGOSTO 2020
La epidemia del Covid está teniendo un efecto devastador en la economía Caboverdiana. El turismo, principal agente económico del país -25% del PIB- está desaparecido desde hace meses. Los vuelos internacionales están cerrados desde el mes de marzo- salvo un corredor aéreo creado recientemente con la capital Praia, desde Lisboa. Aun no hay una fecha concreta para reabrir los vuelos internacionales.
La situación afecta de forma drástica a las islas más “turísticas”, como Sal y Boavista, donde los hoteles y todos los negocios relacionados con el turismo permanecen cerrados o inactivos: restaurantes, bares, comercios de todo tipo, empresas de actividades deportivas, guías turísticos, transportistas y taxis, limpiadoras de hogar, trabajadores de la construcción etc-
A finales de junio, había 18.000 trabajadores con contrato de trabajo suspendido (SCT), 5.400 de ellos en la isla de Sal y 2.590 en Boavista, el 44% en el sector de alojamiento y restauración. Hay 1.700 solicitudes de subsidio de desempleo (SDE), 47% de los subsidios están en la isla de Sal y 19% Boavista. El 57% son mujeres. 4.041 beneficiarios han recibido una prestación de Rendimiento Social de Inclusão (RSE), de las cuales 355 están en Sal y 116 en Boavista.
El gobierno predice que se espera que la crisis económica causada por la pandemia del covid-19 provoque la pérdida de 19.800 puestos de trabajo en el país este año, aunque se estima que más de 150.000 empleos están en riesgo, debido a los efectos de la crisis en el turismo.
La tasa de paro va a duplicarse, del 11% antes de la pandemia al 20% previsto para fin de año.
La epidemia del Covid-19 está poniendo a muchas familias en situación de extrema vulnerabilidad. Hay muchas personas que no están en lay-off (ERTE), porque trabajan en la economía informal, en el autoempleo porque no cotizan. Con sus fuentes de ingresos cortadas por el parón económico del país y los niños en casa, estas familias lo están pasando realmente mal, necesitan ayuda de emergencia para cubrir sus necesidades más básicas.
** fonte base dados do Instituto nacional da Providencia Social Cabo Verde
Como ejemplo de esta grave situación, se estima que más de 15.000 personas de origen caboverdiano, aproximadamente un tercio de los habitantes, han abandonado la Isla de Sal por falta de recursos.